Track de la ruta
MI EXPERIENCIA
La Titán de la Mancha, una prueba de ultrafondo no competitiva que organiza el grupo de Alcazar de San Juán Rutasporalcazar.com. Este año es la cuarta edición y Oscar, que ya ha participado en otras dos, me empezó a picar para que la hiciera con él. La idea me atraía pero tenía mis dudas; muchos kilómetros, 230 en principio, muchas horas, 20, de las cuales 8 eran nocturnas, pero aún asi me atraía el reto, pero este año especialmente había que ir muy preparado, ya que hasta la fecha es la más dura de todas, la meten por las primeras sierras de los Montes de Toledo lo cual significa que el desnivel acumulado se dispara en comparación con las otras ediciones.
La idea ya está en la cabeza y hay que prepararse, algo así hay que cogerlo con tiempo y no se puede ir con unas cuantas salidas de última hora. Pero la fecha tiene un inconveniente 21 de Septiembre, muy cerca el mes de Agosto que normalmente es bajo en actividad debido a ferias, vacaciones y calor. Este año hemos parado poco y tenemos muchas horas a las costillas, pero aún así Agosto termina con pocas horas en la bici, luego el mes de Septiembre tiene que ser intenso, algo para lo que nos viene muy bien la prueba del open para la cual nos empezamos a preparar un par de semanas antes con más frecuencia que a la que estamos acostumbrados. Completar las dos vueltas al circuito y no palmar en el intento es suficiente, el circuito es duro y hay que ponerse bien las pilas para completarlo. Oscar y yo, acompañados a veces por el lebrel (Sergio), Toni (el conejo) y otras solos, nos pulimos los mejores recorridos que conocemos de forma progresiva y vemos como vamos cogiendo forma a la par, y eso nos va animando para el reto, de modo que para cuando se acerca la fecha nos vemos con fuerza y eso te levanta el ánimo y va disipando algunas de las dudas que te acechan, aunque no todas, sigue siendo mucho más a lo que nunca me había enfrentado.
Contamos con la ventaja de conocer la mayor parte del recorrido y sabemos por donde hay que huir en caso de no poder con ello, aunque eso sería en caso extremo antes de ser un lastre para la quedada, algo que luego me daría cuenta que no solo a nosotros se nos pasaba por la cabeza, la mayoría vamos muy bien preparados pero con esas dudas en la mente, algo contra lo que habrá que luchar en varios momentos. Creo que nadie abandonó.
Llegado el día todo está en orden, la bici a punto, lo que pueda necesitar para el día, aunque he de reconocer que no fue del todo facil ya que nunca sabes si te quedas corto o echas de más (le tengo cogido el tranquillo a lo que tengo que preparar para irme al monte 10 o 15 dias a lo ''bucardo'' y no estoy seguro de lo que tengo que llevar para una salida de 20 horas) y cuando nos queremos dar cuenta estamos en la plaza de Alcázar donde nos encontramos con el Cuco y con Frán que en un momento nos dan instrucciones, Oscar ya los conoce de otros años, yo personalmente no los conocía, aunque si les habia visto por internet donde meten mucho ruido.
Toque de salida y todos nos ponemos en marcha, Oscar, David (el fisio) y yo vamos juntos, 75 colgaos a las 12 de la noche, con 20 horas por delante, 220 kms y más de 2200 metros de desnivel por acumular, y salen paseando un poco por Alcázar pero dando zapatilla encuanto salimos al camino hacia Villafranca. No tarda en invadirnos la nube de polvo que vamos levantando entre todos, hay momentos que no se si vamos por el camino o nos hemos salido al rastrojo. Hay que ir con todos los sentidos puestos...es noche cerrada, no hay luz de luna y muy pocas referencias visuales salvo la estela que lleva el grupo, el cual avanza a buen ritmo entre broma y charla, notándese los silencios en las cuestas y sobretodo en la subida a los molinos de Consuegra. Llegamos como terrones, pero contentos y más que nos pusieron las montañas de donuts que nos tenian preparados los de apoyo.
Tras reponer fuerzas reanudamos la marcha para afrontar el segundo tramo que nos llevará hacia el castillo de las Guadalerzas, la llanura se acaba y con ella también se aminora un poco el polvo. El camino va picando hacia arriba y las piedras sueltas te juegan malas pasadas como le pasó a Oscar cuando una piedra suelta le hizo perder el control y dar la vuelta la campana, me asusté pensando que le podía haber pasado algo grave, para nuestra alegría sólo fue el susto y pudimos seguir sin ningún problema.
Los chicos de rutasporalcazar lo llevan todo muy bien controlado, reagrupando cuando se extiende el grupo y parando cuando es necesario, pero la marcha media a la que avanza el grupo es rápida y en nada estamos en la zona del castillo al cual no subimos (imagino que al ser privado pondrían algún problema). La temperatura en esta zona baja y hay que abrigarse un poco antes de coger la cañada de Santa Quiteria por la que iremos hasta el cruce con la carretera del Emperador donde nos espera la segunda parada. Un montón de estrellas nos acompañan mientras cada cual aprovecha la parada para lo que cree conveniente. Comer, beber, engrasar la bici, buscar constelaciones, agudizar el oido para oir la berrea, bromas, asegurarnos de que no ha habido consecuencias con la caída de Oscar... la trompeta suena y comienza el tercer tramo. La cañada nos lleva por fincas de caza donde se les oye a los ciervo imponer su berrido a los demás machos.. no faltaba entre tanto y tanto el berrido de titanes que es muy similar al de los Venados.
Rodeamos la Calderina por el Oeste, tras bajar el puerto de la Matanza gira brusca hacia el Quinto de Don Pedro y se acabó lo bueno, la antesala de la Calderina, la Casa del Tuerto, nos va poniendo las pilas, hay que coger el ritmo adecuado que queda bastante hasta la cima, lo cual hay que tener en cuenta cuando las horas y los kms se van acumulando. Subiendo la Calderina empieza a despuntar el alba, y al llegar a la cumbre amanece, tal y como habian previsto. Al hacer cumbre me invade una sensación sobrecogedora, no he llegado reventado, que es como normalmente llegamos a este sitio, y me quedan ganas para observar: se le empiezan a poner cara a las voces con las que llevas toda la noche, caras de satisfación unas, otras de cansancio, ves la emoción de los que van llegando, la camaradería de los que se conocen y de los que no, el esfuerzo compartido, donde quiero destacar el de Belinda y Josevi que se hicieron todo el recorrido en tanden teniendo en cuenta que ella es invidente, toda un proeza. El paisaje que nos rodea y el ambiente que se vive es único, me retiro un poco para disfrutar del momento en solitario; ahí están los Morrones y el Soloviejo atrapando los primeros rayos de sol y el valle de la Zarzuela dando la bienvenida a un nuevo día, a un nuevo otoño que comenzaba con la magia que se respiraba en el ambiente.
Bajamos con precaución y disfrutando de la salida del sol, rápidamente nos plantamos en Urda rodando por la zona del Barracón y el Palancar, monte bajo muy divertido y bonito.
En Urda todo perfectamente organizado, desayuno para todos sentados en el parque y la furgo de apoyo allí como un clavo, mucho que agradecer a esta gente y a los de protección civil, toda la noche velando por nosotros.
Esta parada es un poco más larga así que aprovechamos para reponer como en todas, poner un poco las bicis a punto y descansar, dió hasta para saludar a unos compañero de Villacañas que andaban por allí con sus burras.
El calor empieza a apretar y lo que nos queda es la parte más dura del recorrido, llevamos 10 horas en danza y nos quedan otras tantas pero es peor pensarlo, después de la parada cuesta volver a calentar las piernas y el culo duele, algo que alivia la funda de gel que me ha dejado mi mujer, muchas gracias ''sito'' pero la alegria del grupo anima el ambiente y vamos para arriba con entusiasmo. Modificado el recorrido por seguridad, vamos hacia el valle de la Galana por el camino de Valdepuercas, nunca me ha gustado este camino, aunque lo prefiero al Reventón que era la idea inicial, demasiado peligroso con tanta gente, modificación acertada al igual que la senda de los molinos de Consuegra.
El cansancio se nota en el grupo a medida que nos vamos aproximando a la Galana, las primeras rampas de la Cañada Real Soriana acercándose al Reventón te ponen a tono para afrontar la subida al alto de la Calavera por el valle de la Gineta. Tanto Oscar, David como yo vamos bien, rodando con soltura y dosificando fuerzas que no se de donde salen. De nuevo se reagrupa y nos lanzamos a toda por la casa de los Forestales y el Olivar, todo bajada, bajada y más bajada de la que se disfruta, por el camino y el entorno, casas de labor y dehesa rodeada de sierra, puro paisaje de los Montes de Toledo y como dice mi amigo ''Chirrín'' miedo me da cuando andas entre sierras y no haces nada más que bajar. Efectivamente todo lo que bajamos hasta cerca de Fuentelfresno, lo tuvimos que subir por el Carril del Pollo, eso si, disfrutando de las bonitas vistas que este nos ofrece del Colmillo del Diablo por su vertiente mas fiera.
En la carretera de Villarrubia, nueva parada, ya es mediodia y vamos retrasados con respecto al horario previsto, así que deciden ir directamente a Valdehierro y a por el Mingoliva, recortando algo el recorrido y dando la posibilidad de una gran descansada para quien no ataque la cumbre, así que prefiero comer aquí ya que es mucha la tralla que tiene este tramo y le ataco a los macarrones y a toda la bollería que había en 50 metros a la redonda, nuevamente los donuts, que buena idea, a quien se le ocurriera le felicito. Hasta llegar al cruce de caminos (cuatro caminos) la cuesta es larga y tendida y la tropa ya se va desparramando, ya se nota el desgaste y para cuando llegamos a Valdehierro las dudas se reflejan en la cara de la gente, pero nuevamente el instinto de superación gana y somos muchos los que encaminamos hacia el Mingoliva, una subida más corta que la Calderina, pero con rampas más duras y repentinas sobre todo en la aproximación. Aquí voy viendo de todo, muchos que parece que acaban de empezar, suben tan frescos y otros muchos que se nos ve la cara de sufrimiento, de empeño en terminar algo que empezamos con dudas y ya lo tenemos ahí, tras esas dos curvas. En la cima el ambiente de satisfación y alegria, se podia coger a ''espuertas'' y como el vocerío de ánimo daba aliento para superar la última rampa, se te ponían los pelillos como escarpias sobre todo cuando llegaro Belinda y Josevi en el tanden, que par de huevos que le echaron los de Tomelloso, para quitarse el sombrero ante semejante empeño.
En Valdehierro el cuerpo sólo pedía descanso y así fue. Lugar tradicional de congreración de excursionistas, bicicleteros, familiares y romerías, para nosotros era de descanso, vaya siestecilla rica, corta pero intensa como las de vendimia.
Aquí se engancharon a la marcha algunos amigos y jovenzuelos para hacer con nosotros el último tramo que ya iba hasta Alcázar pasando por Puerto Lápice y por la Sevillana, la última chincheta que sólo con la inyección de satisfación ya se subió.
La llegada a Alcázar....triunfal, mucha gente congregada para recibirnos con aplausos y felicitaciones, Clemen, Eva y Sergio, buscándonos entre la multitud para inmortalizar la entrada, emoción, ganas de compartir mi alegria y nuevamente los pelillos como escarpias al ver tal congreración de amigos, familiares, prensa... las caras lo dicen todo, sonrisas de oreja a oreja, abrazos y ambiente festivo con la sensación de haber conseguido un logro, culminar el sueño de cuatro locos de Alcázar que un día soñaron con esta gesta que han ido contagiando a más y más locos y consiguiendo sacar fuerza, y sentimiento de la forma más sana que puede uno imaginarse, deporte, campo y amigos.
ENHORABUENA CHAVALES. Objetivo conseguido.
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